viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Qué es la investigación-acción?
Responder a esta pregunta no es fácil. Nos encontramos con múltiples respuestas, con diversasdefiniciones y con gran variedad de prácticas de investigación-acción. La expresión investigación-acciónse utiliza con variedad de usos y sentidos, no disponiendo de criterios concretos para delimitar lasnumerosas orientaciones metodológicas que la reclaman para sí.La investigación del profesorado aparece en los textos de investigación educativa con diferentesexpresiones:
investigación en el aula, el profesorado investigador, investigación colaborativa,investigación participativa, investigación crítica,
etc., que designan modelos de investigación concierta especificidad, pero que se consideran expresiones intercambiables.En el texto que el lector tiene en sus manos, la expresión
investigación-acción educativa 
se utilizapara describir una familia de actividades que realiza el profesorado en sus propias aulas con fines talescomo: el desarrollo curricular, su autodesarrollo profesional, la mejora de los programas educativos, lossistemas de planificación o la política de desarrollo. Estas actividades tienen en común la identificaciónde estrategias de acción que son implementadas y más tarde sometidas a observación, reflexión ycambio. Se considera como un instrumento que genera cambio social y conocimiento educativo sobrela realidad social y/o educativa, proporciona autonomía y da poder a quienes la realizan.A continuación, con el fin de dar una visión general de la investigación-acción, presentaremosalgunas definiciones de investigación-acción, sus características más destacadas, cuáles son suspropósitos, y sus aspectos específicos y singulares frente a otras maneras de hacer investigación eneducación.
Definición de investigación-acción
La investigación-acción se puede considerar como un término genérico que hace referencia auna amplia gama de estrategias realizadas para mejorar el sistema educativo y social. Existen diversasdefiniciones de investigación-acción; las líneas que siguen recogen algunas de ellas.Elliott (1993) define la investigación-acción como «un estudio de una situación social con el fin demejorar la calidad de la acción dentro de la misma». La entiende como una reflexión sobre las accioneshumanas y las situaciones sociales vividas por el profesorado que tiene como objetivo ampliar lacomprensión (diagnóstico) de los docentes de sus problemas prácticos. Las acciones van encaminadas amodificar la situación una vez que se logre una comprensión más profunda de los problemas.Con Kemmis (1984) la investigación-acción no sólo se constituye como ciencia práctica y moral,sino también como ciencia crítica. Para este autor la investigación-acción es:
[...] una forma de indagación autorreflexiva realizada por quienes participan (profesorado, alumnado, o dirección por ejemplo) en las situaciones sociales (incluyendo las educativas) para mejorar la racionalidad y la justicia de: a) sus propias prácticas sociales o educativas; b) su comprensión sobre las mismas; y c) las situaciones e instituciones en que estas prácticas se realizan (aulas o escuelas, por ejemplo).
Lomax (1990) define la investigación-acción como «una intervención en la práctica profesionalcon la intención de ocasionar una mejora». La intervención se basa en la investigación debido a queimplica una indagación disciplinada.

sábado, 23 de abril de 2011

MONOGRAFIA NIÑOS QUE TRABAJAN

UNIVERSIDAD   PERUANA   UNION

FACULTAD DE EDUCACION Y CIENCIAS HUMANAS
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE EDUCACION
ESPECIALIDAD PRIMARIA




 











PROBLEMÁTICA DE LOS NIÑOS TRABAJADORES




MONOGRAFIA PRESENTADA COMO REQUISITO PARA OPTAR EL TITULO DE LICENCIADA EN EDUCACION PRIMARIA


POR


NORMA ROSA ALFARO MENDOZA



VILLA  UNIÓN,  14  DE  MARZO DEL  2000













DEDICATORIA
Con mucho cariño a mi madre Rebeca por su abnegada dedicación.
                   Norma








AGRADECIMIENTO
Expreso mi profundo agradecimiento a Dios por permitirme culminar mis estudios, asimismo, a mi esposo Carlos e hijos.
                                          Norma


INTRODUCCION

La situación de los países en desarrollo como el nuestro, se caracteriza por las limitaciones que tienen para atender las necesidades básicas de su población.
Los estados, a pesar de los esfuerzos a través de programas de atención y subsidio para la alimentación de los sectores de pobreza extrema aún persisten los problemas en tanto los padres no pueden cumplir con sus obligaciones por falta de opciones de trabajo.
Ante esta situación, los hijos menores, aún bajo la tutela de sus padres, tienen que salir a trabajar en diversas actividades y oficios para ayudar al sustento del hogar.
Este panorama es el que me ha motivado a realizar el presente trabajo cuya finalidad es sistematizar información sobre aspectos conceptuales teóricos y principalmente estadísticos sobre porcentajes y números de niños que trabajan en las calles de Lima. Así mismo se proponen alternativas concretas para erradicar progresivamente este problema.
El trabajo consta de cinco capítulos.
En el primer capítulo se tratan algunos criterios básicos sobre la problemática de los niños que trabajan.
El segundo capítulo explica el motivo, las actividades y los riesgos y la manera de proteger a los niños que trabajan y viven en las calles.
El capítulo tercero proporciona información sobre la cantidad de niños que trabajan, con quién o quiénes viven, el tiempo que trabajan y porqué trabajan para poder estudiar.
Se indica en el cuarto capítulo el marco o contexto legal en el que se inserta al niño trabajador así como el rol que cumple la OIT como organismo internacional de defensa del trabajador.
En el quinto capítulo se ordenan las conclusiones, recomendaciones y la bibliografía consultada.
En la realización del trabajo se ha utilizado el tipo de investigación bibliográfica.



ÍNDICE
PROBLEMÁTICA DE LOS NIÑOS TRABAJADORES
CAPITULO I

CRITERIOS BÁSICOS                              9

A.      ¿Cómo podemos definir al niño?        9

B.      ¿Qué entendemos por trabajo?          10

C.      ¿Cómo Podemos Definir el Trabajo
Infantil?                             10

D.      ¿Por qué el niño trabajador es una

     realidad histórica?                       12

E.      ¿Los niños, una realidad no conocida? 14
F.      Los Niños y Niñas trabajadores        17

CAPITULO II
EL TRABAJO INFANTIL                                 27
A.      ¿Porqué Trabajan los Niños?          27
B.      ¿En que Actividades trabajan los Niños?   28
1.  Actividades laborales Convencionales 28
2.  Actividades Marginales               29
3.  Mendicidad                           29
4.  Actividades infractoras                  29
C.      ¿Cuáles son los riesgos del Trabajo
Infantil en el Perú?                  29
D.      ¿Cómo proteger a los niños que
trabajan?                             31
E.      ¿Qué respuestas institucionales
podemos dar al problema?                  32

CAPITULO III
LOS NIÑOS TRABAJADORES EN LAS CALLES DE LIMA        36
A.      ¿En qué trabajan los niños en las
calles de Lima?                       36
B.      ¿Cuántos niños trabajan en las Calles
de Lima?                             38
C.      ¿Con quien vive el niño trabajador
de la calle?                          39
D.      ¿Con quien o quienes trabajan los
niños de la calle?                    41
E.   ¿Cuánto tiempo trabajan
aproximadamente los niños de la calle?    42
F.      ¿Las Calles son espacios de
socialización?                            43
G.      ¿Cuándo es necesario trabajar para
estudiar?                             45
H.      ¿A qué riesgos se enfrentan los
niños que trabajan?                       47

CAPITULO IV
CONTEXTO LEGAL DEL NIÑO TRABAJADOR                  52
A.      ¿En qué contexto legal se
desenvuelven el niño trabajador?      52
B.      ¿Qué lineamientos de política social
podemos proponer sobre el trabajo?        56
C.      ¿Qué rol cumple la OIT en referencia
al trabajo infantil?                  58
1.  El Programa de Salud para los niños
que trabajan                         59
2.  Agentes de la situación y perspectiva
de atención                          63

CAPITULO V                                     74
A.   CONCLUSIONES                              74
B.      RECOMENDACIONES                           77
C.   BIBLIOGRAFÍA                              79
 







PROBLEMÁTICA DE LOS NIÑOS TRABAJADORES

PROBLEMÁTICA DE LOS NIÑOS TRABAJADORES

CAPITULO I

CRITERIOS BÁSICOS


G.         ¿Cómo podemos definir al niño?

Se considera niño a todo ser humano desde su concepción hasta cumplir los 12 años de edad y adolescente desde los 12 hasta cumplir los 18 años de edad.
Si existiera duda acerca de la edad de una persona se le considerará niño o adolescente mientras no se pruebe lo contrario.
No obstante, en el contexto del trabajo infantil, una definición practica del “niño”, puede ser la de una persona menor al límite de edad de 12 años establecido internacionalmente. Más adelante se volverá sobre este punto al examinar las normas de trabajo internacional relativas a este asunto.
     Código de los Derechos del Niño, (1995); (7)

H.          ¿Qué entendemos por trabajo?

Y en cuanto el concepto de “trabajo” también aquí nos hallamos frente a un concepto controvertido y de difícil definición, en particular en lo que se refiere a los niños. Los niños ayudan a su familia, por ejemplo, en los quehaceres del hogar desde muy temprana edad; así mismo trabajan en el campo, tiendas, etc. Pero estas actividades no se denominan como trabajo infantil, concepto que se aplica más bien a aquellas labores desempeñadas por menores en condiciones más o menos regulares que les permiten ganarse el sustento para sí mismo y sus familias.
I.             ¿Cómo Podemos Definir el Trabajo Infantil?
El concepto de trabajo infantil no es también sencillo ni claro como podría parecer. La infancia puede definirse en función de la edad, pero diversas sociedades aplican criterios distintos para establecer el límite de demarcación entre la niñez y la edad adulta. En ciertas sociedades, sin embargo, la edad no constituye una base suficiente para determinar la “niñez”.
La integración de los niños en la vida socioeconómica puede comenzar a una edad tan temprana o la transición de la infancia a la edad adulta puede ser tan lenta y gradual, que resulta prácticamente imposible identificar claramente las diferentes etapas de la vida. Por consiguientes, hay que reconocer que este concepto puede significar cosas distintas en sociedades y épocas diferentes.
Mansilla A. María E. (1989); (11).
Si enfocamos las actividades de los niños en las calles subsisten algunas dificultades en la consideración de ciertas ocupaciones como trabajo. En este marco encontramos actividades callejeras en las que el límite entre mendicidad y trabajo es borroso. Es el caso, por ejemplo, de los menores que cantan en transportes públicos solicitando a cambio una propina voluntaria.
La propuesta de definición de trabajo infantil elaborada por Giangi Schibotto (1990) contempla parcialmente estas situaciones. En síntesis, para este autor el “trabajo infantil debe de entenderse como cualquier actividad de un menor de edad que (...) contribuya a la satisfacción de las necesidades materiales básicas”.
Un estudio considera trabajo infantil a la actividad realizada el por menor de entre 8 y 13 años que posea las siguiente características:
1.    Participación directa en procesos de producción o comercialización de bienes o servicios.
2.    Dichos bienes o servicios han de ser consumidos principalmente fuera del hogar del niño.
3.    Por tales actividades el menor puede o no recibir una retribución, no necesariamente en dinero.
4.    Dicha participación supone regularidad, es decir, trabajo durante ciertas horas del día o algunos días de la semana.

J.           ¿Por qué el niño trabajador es una realidad histórica?

La existencia de niños que trabajan, es un problema complejo e histórico: La OIT, (1980) afirma que:
“... en todas las sociedades humanas los niños han participado y participan en mayor o menor grado, en los procesos de producción, intercambio y servicios que son necesarios para la supervivencia del grupo al que pertenecen”.

Esta realidad se presenta aún en los países desarrollados donde la presencia de niños trabajadores es un problema no resuelto. En todo caso “a principios del siglo XX había aún niños en occidente que trabajaban en las minas y que, entre otras ocupaciones, efectuaban muchos trabajados a domicilio por cuenta de fabricantes diversos”.
Una cuestión fundamental se refiere entonces al por qué aún no se logra superar la inserción temprana al trabajo si es nuestro ideal que se tardía, pues sostenemos que el niño requiere un  tiempo prolongado para lograr un desarrollo apropiado.
Iris Duarte sostiene que la causa principal se debe a la “forma peculiar de desarrollo del capitalismo que mantiene buena parte de la población adulta en situación, temporal o permanente, de desempleo y subempleo; obligando a los infantes a aportar su cuota en la reproducción material de la familia”.
Es decir que:
“El conjunto de factores que conforman un cuadro de extrema pobreza son, a su vez, lo que crean las condiciones para que los menores se incorporen al trabajo” (PREALC, p 27).

La familia en que vive el niño tiene como función fundamental la atención de las necesidades básicas y superiores de los integrantes del grupo.

(Mansilla, 1986). La causa mayoritaria de la inatención de necesidades, es la carencia de recursos económicos. La familia se ve obligada a utilizar el aporte de todos los miembros hábiles para obtener los recursos necesarios para cumplir su función. Lo que tiene como resultado la entrada precoz de los nuevos miembros en busca de alguna renta, que dificulta (a su vez) su acceso a la educación necesaria”. (Griffin, p. 19).

La inserción temprana de los niños al trabajo, se debe entonces al bajo nivel de calidad de vida que tiene el niño en su hogar.  Este bajo nivel significa un estado permanente de insatisfacción de sus necesidades básicas, y es expresión muy clara de la condición de alto riesgo que viven dichos niños. Al respecto, Tomás Vasconi, sostiene que:

“Los grupos marginados no son grupos abandonados en el desarrollo de nuestros países, sino son un producto directo del mismo desarrollo. En este sentido, su marginalidad es su manera de estar incorporados a su modo particular de pertenencia”. (En Castillo Ríos, 1985).

K.          ¿Los niños, una realidad no conocida?
La Organización socioeconómica del Perú, se caracteriza por las interrelaciones internas basadas en la diferencia de la distribución de la riqueza.
Se observa así la existencia de una determinada población que tiene en común su pobreza.
Las consecuencias de esta pobreza es que, la población mayoritaria del país vive situaciones de alto riesgo, por cuanto esta condición económica es la base de una calidad de vida que atenta contra sus derechos y contra su adecuado desarrollo bio-psico-social, produciendo consecuencias en los niños y niñas.
En un primer acercamiento a la problemática podemos diferenciar tres situaciones de riesgo.

1.      La situación de abandono; que resulta ser la más visible e impactante para la opinión pública, por la gravedad de las condiciones de vida del menor. Los niños y niñas que viven abandonados pueden ser:
-                     Huérfanos de padre o de madre o de ambos; y
-                     Huérfanos sociales, porque fueron abandonados o porque sus padres se encuentran enfermos o presos, o porque ellos abandonaron voluntariamente su hogar.

2.      La situación de semi-abandono, que se presenta cotidianamente en el área urbana, es producida por la necesaria participación de los padres en un trabajo remunerado que se realiza fuera del hogar. Las horas de ausencia del hogar de uno (la madre especialmente) o de ambos padres, significan para los niños, y niñas horas de alto riesgo por las precarias condiciones de vida, y falta de protección en la que queda.

3.      La situación de trabajo, que se presenta tanto en el área urbana como rural del país. Todos los niños trabajadores viven condiciones sociales, políticas y de salud física y mental derivados de la condición mayoritaria de trabajador informal que conlleva consecuencias para su desarrollo bio-psico-social. En esta situación se encuentran:
a.      Los niños que trabajan con sus padres
Como uno más del grupo familiar, caso de los niños campesinos que comparten la dura existencia de su familia, realizando actividades dirigidas principalmente a la producción de alimentos, y los niños que acompañan a sus padres en la realización de actividades laborales del sector económico informal urbano.
b.      Los niños que trabajan para terceros
Por ejemplo algunos ambulantes o algunos obreros o las empleadas domésticas que viven alejadas de su familia; y
c.   Los niños que trabajan sólos
Generalmente en el área urbana y que realizan sus actividades laborales principalmente en la calle.
L.          Los Niños y Niñas trabajadores
1.      Los niños en la Calle:
Identificamos como niños y niñas en la calle a los menores que teniendo familia, salen a la calle de día o de noche a realizar actividades de sobrevivencia.
OIT afirma:
“...el móvil más poderoso para ingresar en la vida activa es la necesidad de aliviar en lo posible la miseria en que vive y contribuir así a satisfacer sus necesidades esenciales. Hasta la más modesta remuneración, en dinero o en especie, será apreciada en el hogar paupérrimo al que suele pertenecer”

En esta búsqueda de recursos para la sobrevivencia el niño sale de su hogar a la calle para trabajar, participando en el trabajo domestico, en el trabajo familiar no remunerado, en el trabajo asalariado y en el informal.
Muchos de los adolescentes, al igual que muchos de los niños, han trabajado y trabajan antes de llegar a la edad legal para hacerlo, su problemática deben ser estudiada como trabajo infantil o trabajo del menor de edad, sea que trabajen de noche o de día bajo techo o en la calle, si bien debe considerarse lo específico de cada situación laboral. La presencia de niños trabajando en la ciudad es fácilmente observable, todos conocemos a los niños lustrabotas, o vendedores de periódico, loterías, caramelos y golosinas entre otros oficios, para conseguir ingresos que contribuyan a la economía familiar o para solventar sus propios gastos.
Estos niños son estudiantes regulares, si bien su respuesta en el colegio resulta poco apropiada, sea por estar mal alimentados y fatigados o por falta de tiempo para estudiar o por falta de dinero para comprar sus libros y útiles escolares o en muchos casos, por todos estos factores juntos en la realización de sus actividades de sobrevivencia, muchos de estos niños están acompañados por su madre, padre y otro familiar cercano.
Algunos trabajan en horarios nocturnos regresando a sus hogares con el último transporte público o con el primero que circula al amanecer. Otros se levantan a medianoche para dirigirse a sus lugares de trabajo, este es el caso por ejemplo de los niños que trabajan como cargadores en la parada (mercado mayorista)
La realización de estas diversas actividades que le obligan a asumir funciones diferentes a las comunes en los niños de su edad que no están obligados a trabajar, y los horarios dispersos e inapropiados le afectan el ritmo biológico y le estimula funciones del sistema nervioso que influyen en su comportamiento. Por ejemplo el rendimiento escolar.
Los niños en la calle, son muy solidarios con su grupo familiar, con quienes tienen fuertes lazos afectivos. Carecen de acceso a los servicios destinados a atenderlos y una de las grandes carencias que padecen es la falta de tiempo y lugar para el juego y la recreación.
Una consecuencia de esta dura vida es que los niños trabajadores gastan muchas energías, sumando a la nula alimentación que afecta severamente su resistencia a enfermedades y su desarrollo integral.


2.      Los niños de la Calle:
Se identifica con este nombre la situación que viven los niños y adolescentes de ambos sexos que, teniendo y reconociendo tener una familia se han separado de la misma, organizando su vida y su hogar en la calle.
Estos niños han reemplazado los lazos familiares por lazos afectivos con sus padres o con los terceros que los rodean en un mundo de preferencia nocturno y que privilegia la calle. Los niños circulan tanto de día como de noche en las calles de la ciudad sin un horario ni rutina fija, realizando actividades marginales (prostitución, mendicidad) o infractoras (robo, daño físico); permanentemente están sucios y andrajosos; rehusan ser albergados o internados, se caracterizan por su agresividad física y verbal que le sirve para asegurar su sobrevivencia en un medio hostil e indiferente.
3.      ¿El trabajo de los niños en el hogar es importante?
Es necesario indicar que el hogar es también un espacio donde el niño puede y debe realizar tareas que lo habitúen al trabajo, compartiendo responsabilidades cotidianas con sus padres y hermanos.
Se les ha de enseñar a los primeros que también forman parte de la sociedad del hogar, Se les da de comer, se les viste, se les ama y se les cuida; y ellos a su vez, deben corresponder a estos favores compartiendo las responsabilidades domésticas y propiciando toda la felicidad posible a su familia.
Enseñe toda madre a sus hijos que son miembros de la sociedad formada por la familia y que en ella deben llevar su parte de responsabilidades. Cada miembro de la familia debe desempeñar estas responsabilidades tan fielmente como llevan suyas los miembros de la iglesia con respecto a ésta.
Hacer saber a los niños que al cumplir pequeñas diligencias bajo que puedan hacer para vosotros y decidles que después de hacerlo dispondrán de tiempo para jugar.
Los niños tienen mentes activas, y necesitan emplearlas para aliviar las cargas de la vida práctica.
Los padres tienen la obligación de alimentar, vestir y educar a sus hijos, y los niños tienen la obligación de servir a sus padres con fidelidad alegre y fervorosa.
Los padres deben reconocer que la lección más importante para sus hijos es aprender que deben cumplir su parte en cuanto a llevar las cargas del hogar... Los padres deben enseñar a sus hijos a mirar la vida con sentido común, a darse cuenta de que deben ser útiles en el mundo. En el hogar, bajo la dirección de una madre sabia,  niños y niñas deben recibir su primera instrucción en cuanto a llevar las cargas de la vida.
La madre no debe agobiarse haciendo trabajo que sus hijos pudieran y deberán hacer.
Los padres deben ayudar a sus hijos a hacer la voluntad de Dios cumpliendo fielmente los deberes que les tocan realmente como miembros de la familia. Esto le comunicará una experiencia muy valiosa. Les enseñará que no han de concentrar sus pensamientos en sí mismos para hacer lo que les plazca o divertirse. Educarlos pacientemente para que desempeñen su papel en el círculo familiar, para que tenga éxito en sus esfuerzos por compartir las cargas de sus padres y hermanos. Así tendrán la satisfacción de saber que son realmente útiles.
Se puede enseñan a los niños a prestar servicio. Son por naturaleza activas y sé inclina a mantenerse atareados; esta actividad es susceptible de ser adiestradas y dirigidas debidamente. Se pude enseñan a los niños, cuando están todavía en tierna edad, a llevar diariamente sus ligeras cargas, asignando a cada niño alguna tarea particular de cuyo cumplimiento es responsable ante sus padres o tutores.
El trabajo es bueno para los niños, son más felices cuando están ocupados en algo útil durante gran parte del tiempo; encuentran placer más intenso en sus diversiones inocentes cuando han terminado con éxito sus tareas. El trabajo fortalece los músculos y el intelecto. Pueden las madres transformar a sus hijos en preciosos auxiliares menores; y mientras les enseñe a ser útiles pueden ellas mismas obtener conocimiento de la naturaleza humana, aprender a tratar con estos seres jóvenes y conservar ellas mismas calor y juventud en su corazón por su trato con los pequeñuelos. Y así como sus hijos dependen de ellas con confianza y amor, ellas también pueden mirar al amado Salvador para obtener ayuda y dirección. A medida que crecen en edad, los niños debidamente educados aprenden a amar el trabajo que alivia las cargas de sus seres queridos.
En el cumplimiento de las tareas que se les hayan asignado pueden fortalecer la memoria y obtener un equilibrio mental correcto, así como estabilidad de carácter y prontitud.
El beneficio del trabajo útil
El mayor beneficio no es el que se obtiene del ejercicio tomado como juego o simplemente como ejercicio. Se obtiene ciertos beneficios por estar al aire puro, también por ejercitar los músculos; pero si la misma cantidad de energía se dedica a ejecutar un trabajo útil, el beneficio será mayor. Habrá contentamiento, por que este ejercicio entraña un sentido de utilidad y la aprobación de la conciencia por un deber bien cumplido.
Los alumnos deben salir de nuestras escuelas dotados de eficiencia cabal, a fin de que cuando dependan de sus propios recursos, tengan conocimientos que puedan usar, útiles para tener éxito en la vida.
Es esencial el estudio diligente, pero también lo es el trabajo arduo y laborioso. El juego no es esencial. El dedicar las facultades físicas a la diversión no es muy favorable para tener una mente bien equilibrada. Si el tiempo empleado en el ejercicio físico que paso a paso conduce al exceso, fuese dedicada a trabajar de acuerdo con los métodos de Cristo, la bendición de Dios descansaría sobre el obrero.
La disciplina que para la vida práctica se obtiene del trabajo físico combinado con el esfuerzo mental, queda endulzada al reflexionar en que ella hace a la mente y el cuerpo más idóneos para cumplir la obra que Dios requiere que los hombres hagan. Cuanto más perfectamente sepan los jóvenes cumplir los deberes de la vida práctica, tanto mayor será el gozo que tendrán día tras día por ser útiles a otros. La mente educada para disfrutar del trabajo provechoso se amplía; por la preparación y la disciplina se hace idónea para ser útil; porque adquiere el conocimiento esencial que permite a su poseedor beneficiar a otros.
No puedo hallar en la vida de Cristo ejemplo de que dedicarse tiempo al juego y a la diversión. Él fue el gran educador para la vida presente y la futura; sin embargo, no he podido hallar un caso en que enseñara a sus discípulos a buscar diversiones para obtener ejercicio físico...
Tanto los jóvenes como a las señoritas se les debe enseñar a cocinar económicamente, prescindiendo de toda clase de carne. No se estimule de ninguna manera la preparación de platos que contengan cualquier cantidad de carne; porque esto es regresar a la oscuridad y a la ignorancia de Egipto, más bien que dirigirse a la pureza de la reforma pro Salud.







CAPITULO II
EL TRABAJO INFANTIL

A.          ¿Porqué Trabajan los Niños?

Se debe sin duda a una legislación inadecuada y, sobre todo a su aplicación ineficaz, una causa mucho más fundamental del trabajo infantil es la pobreza.
El niño al nacer en un hogar de pobreza crítica carece en parte o totalmente de la respuesta de sus necesidades básicas y muchas veces, de respuestas a sus necesidades superiores.
Como resultado de esta iniciación en una vida de la pobreza, el niño obligatoriamente tiene que incorporarse a muy temprana edad en la estrategia de sobrevivencia familiar que, en la ciudad, significa generalmente la salida temprana del niño a la calle para encontrar trabajo.
El trabajo infantil aparece por el abandono material al que están sometidos los niños y adolescente.
En ciertos casos la ignorancia, el abandono o la indiferencia ante la problemática del trabajo infantil también pueden explicar este mal social y cabe observar al respecto que las reformas introducidas en muchos países han llevado a reconocer los efectos negativos del trabajo infantil y con ello a la movilización de la opinión pública que hará se suprima y se protejan a los niños que trabajan.

B.          ¿En que Actividades trabajan los Niños?

Los niños realizan actividades variadas, conociéndose su participación en labores domésticas, en el trabajo familiar no remunerado, principalmente agrícola.
En el área urbana los niños se han incluido mayormente al sector informal. Las actividades que realizan los niños en la calle, se pueden clasificar en:
5.      Actividades laborales Convencionales:
Tiene relación con la producción, el mercado o los servicios, todas estas actividades son parte de la economía formal, pero en el caso de los niños corresponden al “sector informal”. Las actividades más realizadas son de comercio y pequeña industria y artesanía en forma ambulatoria.
6.      Actividades Marginales:
Son actividades coexistentes a la organización socioeconómica pues cuentan con la legislación especial, este es el caso de la prostitución que es permitido, pues no sólo adultos hacen uso de este “servicio”, sino también los niños.
7.      Mendicidad:
Que puede ser abierta o encubierta, cuando el niño la ejerce conjuntamente con la otra actividad.
8.      Actividades infractoras:
Cuando el niño causa directa o indirectamente daños o perjuicios físicos o materiales a terceras personas.

C.          ¿Cuáles son los riesgos del Trabajo Infantil en el Perú?

Existen ciertas actividades que por su naturaleza son perjudiciales para el niño o adolescente trabajador, por lo que se requiere su erradicación; se pueden mencionar las siguientes.
1.      En el Agustino y la victoria, Lima, alrededor de 250 años se desempeñan como cargadores de bultos en los mercados (carretilleros). Estos niños trabajan mas de 40 horas por semana en promedio.
A medida que el niño es menor, disminuye su remuneración, la cual es fija por jornada.
2.      En lima, muchos niños trabajan en al separación, recolección y venta de material de desecho en calles y basurales, principalmente a orillas de los ríos Rímac y Chillón. Estos niños, en su mayoría empleados por adultos, a menudo trabajan descalzos entre sustancias tóxicas y desechos rotos.
3.      En Huachipa, Lima, los llamados niños ladrilleros trabajan durante largas jornadas preparando adobe para hacer ladrillos. Las principales enfermedades y riesgos para su salud son bronquiales, gastrointestinales y de la piel, desnutrición, dolores de espalda y reumatismo prematuro. En esta situación se encuentran cerca de mil niños.
4.      En Arequipa, menores de 14 y 15 años de edad trabajan en la extracción de piedra pómez. Para ello, ingresan a cuevas cuyo piso está cubierto de ceniza volcánica. La aspiración de esta ceniza afecta su salud produciéndoles silicosis acumulando sustancias metálicas en los pulmones que degenera en tuberculosis.
5.      En el terminal pesquero de Lima y Chimbote, niños trabajan desvalvando caracoles. El ácido que arrojan los caracoles corroe sus uñas y además les origina alteraciones en las articulaciones.
6.      En Madre de Dios, niños trabajan en los lavaderos de oro pasando largas jornadas expuestos al sol. Además muchos de ellos son víctimas de maltrato físico y asaltos.
7.      En Carabayllo, Lima, adolescente extraen piedras de los cerros mediante combas, quema de llantas y explosivos. Dado que las piedras son filudas, su extracción ocasiona profundos cortes.
8.      En Tacna algunos niños son utilizados para el contrabando en la zona de frontera.

D.          ¿Cómo proteger a los niños que trabajan?

En primer lugar, hay que proteger a los niños de la explotación y de las condiciones de trabajo peligrosas que comprometen su salud y desarrollo mental. Se debe garantizar su seguridad e higiene en el lugar de trabajo; debe evitarse que desempeñen trabajos nocturnos; no debe obligárseles de las jornadas de trabajo excesivamente prolongadas; y debe permitírseles disfrutar de adecuados periodos de descanso semanales y de vacaciones. Estas medidas deben incorporarse en la legislación del trabajo nacional de conformidad con las normas establecida por la OIT y han de aplicarse de forma eficaz.
Debe permitirse asimismo, que los niños tengan acceso a la enseñanza para que, por los menos puedan adquirir una educación elemental, y como es de esperar, una formación profesional básica que les faculte desarrollar su capacidad como trabajadores aptos y ciudadanos responsables. Donde quiera que haya escuela, las horas de trabajo han de regularse de modo que los niños puedan asistir a clases y donde no existan escuelas, deben tomarse disposiciones para otorgar cierto grado de enseñanza a los niños. Como es natural, la responsabilidad de asegurar esta educación corresponde a las autoridades públicas como también a los padres y empleadores.

E.          ¿Qué respuestas institucionales podemos dar al problema?

En los años 70 y 80, promovieron propuestas donde el eje fue el niño trabajador reivindicando su superación desarrollo, rechazando la explotación surgió así entonces. LA MANTHOC (Movimiento de Adolescentes y Niños trabajadores Hijos de Obreros Cristianos), cuya preocupación fue asumir su responsabilidad colectiva frente a su propia situación y a la de otros niños.
Posteriormente otra de las propuestas son las ONGS, donde revaloran el trabajo como una experiencia significativa en la formación de la identidad personal y social.
El programa de educadores de la calle del INABIF se orienta a implementar una estrategia no convencional con los niños-adolescentes trabajadores, a los que se brinda la estimulación y capacitación necesarias para el desarrollo de sus aptitudes y capacidades para la formación de un buen autoconcepto y la adquisición de su identidad social.
La Guardia Civil: que tradicionalmente orientaba sus servicios a la custodia provisional de menores de la calle, ha ampliado este horizonte con la creación de una asociación de niños que trabajan en la calle como cargadores de frutas-colibri, a fin de que puedan competir en mejores condiciones con los sindicales de adultos.
Ambas experiencias son esfuerzos iniciales. Los programas de apoyo a menores trabajadores necesitan de un alto nivel de cobertura y difusión por la magnitud que está alcanzando el trabajo infantil.
Escolarización productiva: una alternativa al problema.
Por los altos índices de repitencia y deserción de los niños trabajadores se han propuesto alternativas educacionales.
MANTHOC Y QOSQOMAKI  han iniciado propuestas alternativas de escolarización, dirigidas a niños y jóvenes trabajadores.
·                    Crear escuelas con recursos educativos adicionales que atiendan las necesidades de estos alumnos.
·                    Una escuela que ofrezca una educación diferenciada a todos en función a las necesidades y los de su medio.
·                    Un desafío a la búsqueda de la calidad y equidad en los servicios educativos que están al alcance de los niños trabajadores.
·                    El aprendizaje y agentes educativos diversos, deben estar más cerca de la vida del niño trabajador.
·                    Una escuela con un equipo multidisciplinario, para mejorar la salud, nutrición y recreación y generación de ingresos de los niños trabajadores.
·                    Ligar escuela y municipio a partir de proyectos donde se defienda la integridad física y moral de los niños desarrollando su identidad local y ciudadana.
·                    Trabajar con la familia para una mejora del clima emocional y detectar problemas de maltratos, abuso y atropello. Para un mejor desarrollo socio emocional y de su autoestima.
·                    Aprovechar al máximo el tiempo en que pasan en la escuela priorizando los aprendizajes más significativos.
·                    Hacerle partícipe e informarles sobre los Derechos del Niño y el Código de los Niños y Adolescentes, y de la importancia de su participación en la vida social y ciudadana.
·                    Los maestros deben trabajar competencias para resolver problemas familiares, sociales y laborales y así recuperar la experiencia en la que estos niños se encuentran.
·                    El desafío más grande es propiciar una educación-trabajo, donde no sólo se brinda capacitación laboral, con una formación de actitudes y valores con respecto al trabajo compartido.




CAPITULO III
LOS NIÑOS TRABAJADORES EN LAS CALLES
DE LIMA

A.          ¿En qué trabajan los niños en las calles de Lima?

Las ocupaciones que realizan los niños en las calles son múltiples y de los más disímiles, ubicándose en su amplia mayoría en el rubro del comercio. En alguna medida aparecen actividades que pueden ser catalogadas como de servicio, entre ellas lustrabotas o limpia autos.
El cuadro siguiente evidencia que en las calles no existen actividades propia o exclusivamente infantiles. Todas las tareas encontradas son realizadas, con mayor o menor énfasis, también por los adultos.
Desde otro ángulo, los resultados de esta una reafirman la noción que desde corta edad se inicia a dibujar una división de trabajo según género. En las ocupaciones de lustrabotas limpiadores de carros y cargadores de bultos no hemos encontrado ninguna niña. De algún modo éstas son ocupaciones masculinas.
OCUPACIÓN DE LOS NIÑOS TRABAJADORES CALLEJEROS

OCUPACIONES
FEMENINO
MASCULINO
TOTAL
Venta artículos diversos
24.0
24.3
24.2
Venta de golosinas
20.5
19.7
20.0
Venta de aliment. Perecibles
16.5
12.3
14.0
Venta ropa o calzado
14.0
11.0
12.2
Prepara. Y venta comida
11.0
5.3
7.6
Venta artículos plásticos
7.5
3.3
5.0
Venta de abarrotes
5.5
4.0
4.6
Servicios diversos
1.0
6.0
4.0
Lustrabotas
-
5.0
3.0
Cargador de bultos
-
5.0
3.0
Limpia y cuidado autos
-
4.0
2.4
TOTAL
1000.00
100.00
100.00


Cabe destacar que en las ocupaciones callejeras la proporción de chicos que deambulan por las calles ofreciendo sus mercancías es minoritaria (20%) frente a la mayoría quienes están trabajando en un lugar fijo.
En suma, el comercio infantil ambulatorio en sentido estricto es reducido en Lima y desempeñado fundamentalmente por varones. La mayoría de menores trabajadores de las calles se han establecido en sitios fijos donde ayudan a sus padres a vender.
B.       ¿Cuántos niños trabajan en las Calles de Lima?
Es interesante, previo al análisis de la información particular sobre el trabajo infantil callejero en Lima, examinar cuál es la magnitud del trabajo callejero en el contexto del trabajo infantil en general.
Desde el inicio dejamos sentado que no se sabe a ciencia cierta cuántos niños y adolescentes trabajan en Lima, menos aún en el Perú. La información más reciente a nivel nacional, es decir, la Encuesta Nacional Sobre Medición de Niveles de Vida (ENNIV) de 1991, detectó en el país alrededor de 700 mil niños trabajadores entre 6 a 14 años de edad.
A nivel de Lima Metropolitana la encuesta estadísticamente representativa más confiable data de 1988. Para ese año el Ministerio de Trabajo encontró que entre los hogares de bajos ingresos de Lima estaban trabajando unos 100.000 niños entre 8 y 13 años de edad.
Una reciente encuesta aplicada en sus colegios a niños que trabajan en cuatro ciudades del Perú, arroja que del total de menores trabajadores (hasta 17 años), el 38% se ocupaban en actividades callejeras. En el mismo sentido la encuesta del Ministerio de Trabajo, a la que arriba nos hemos referido, encuentra que en Lima el trabajo infantil se realiza en las calles.

C.  ¿Con quién vive el niño trabajador de la calle?












Tenemos que la mayoría de ellos vive en un hogar nuclear bajo la responsabilidad y cuidado de su padre y madre. Este hecho ha sido ya constatado en todos los estudios que sobre el trabajo de los niños se han realizado en el Perú.
En nuestra encuesta aplicada en las calles a los chicos que trabajan se encuentran que solamente el 1% del total de entrevistados indica vivir con un amigo o sólos, lo cual confirma una diferencia sustantiva existente entre los niños trabajadores callejeros y los niños que viven y duermen en las calles.
Para el niño trabajador la familia cumple un rol fundamental como agente de socialización; es decir, como fuente de formación de normas y valores que guiarán la vida futura del chico. Desde  una perspectiva psicológica un reciente estudio verifica que, a diferencia de los “niños de la calle”, para los menores que trabajan la familia constituye la principal red de soporte social. En otras palabras, es en sus familiares donde este niño encontraría el sostén emocional necesario para su desarrollo equilibrado.
Si bien es cierto que el niño trabajador tiene familia, es pertinente interrogarnos si esta familia ofrece la atención y cariño necesario para su desarrollo equilibrado del menor. Esta es una realidad inédita aún a explorar.
De otra parte, como en una sección posterior se señala, en el caso del niño trabajador callejero, además de la familia, las calles y la escuela son una fuente fundamental de socialización.

D.          ¿Con quién o quiénes trabajan los niños de la calle?
En la siguiente muestra se puede apreciar que en las calles la más alta proporción  de niños trabajan fundamentalmente con algún familiar, quienes en la mayoría de casas son sus padres.
No obstante, más de un tercio de niños trabajan sólos en las calles.
En el tipo de dependencia laboral en la cual está inserto el menor influye además del sexo, la edad del chico. Así tenemos que trabajan sólos o para otro patrón no familiar mas bien los adolescentes que los niños en sentido estricto; mientras que, como era de esperar, los más pequeños permanecen al lado de sus padres.

DEPENDENCIA LABORAL SEGÚN SEXO

DEPENDENCIA LABORAL
FEMENINO
MASCULINO
TOTAL
Trabaja solo
31.0
40.00
36.4
Con algún familiar
65.0
55.6
59.4
Con otro no familiar
4.0
4.3
4.2
TOTAL
100.00
100.00
100.00

(n=200)
(n=300)
(n=500)


E.          ¿Cuánto tiempo trabajan aproximadamente los niños de la calle?
Uno de los elementos centrales para examinar las condiciones de trabajo es el tiempo que los niños dedican a sus actividades laborales. Ello tiene incidencia directa en el agotamiento físico en las horas que resta al estudio o diversión.
En promedio en Lima un niño trabaja en las calles casi 9 horas diarias durante 6 días a la semana. Como en el cuadro siguiente se puede ver con precisión, la jornada semanal promedio de un chico trabajador callejero es de 52 horas semanales. Esta duración de la jornada, recordemos, corresponde a una periodo de vacaciones escolares.
Duración promedio de la jornada laboral en las Calles

SEXO Y EDAD
HORAS DIARIAS
DIAS EN SEMANA
HORAS SEMANAL
Femenino
6 – 11
12 – 17
6 – 17

8.5
8.9
8.7

5.9
5.9
5.9

50
53
51
Masculino
6 – 11
12 – 17
6 – 17

8.4
8.5
8.5

6.0
6.1
6.1

50
52
52
Ambos
6 – 11
12 – 17
6 – 17

8.5
8.7
8.6

6.0
6.0
6.0

51
52
52

F.   ¿Las Calles son espacios de socialización?

A no dudarlo, para los chicos que trabajan en las calles, éstas se transforman en una escuela en la que cotidiana e imperceptiblemente reciben “clases” sobre cómo reaccionar ante determinadas situaciones cómo se estructuran las jerarquías o distribuyen el poder en la zona, cuáles son los valores que rigen la vida callejera; en pocas palabras, en las calles los niños aprenden cuáles son las reglas de juego que permitirían su permanencia exitosa en ellas.
Este aprendizaje es inevitablemente duro. Sin conocimiento previo, a través del ensayo/error es ver como los chicos van adaptándose a los patrones culturales que imperan en las calles.
A fin de socializarse en una zona altamente delictivas como la Parada ha de ser distinto que permanecer trabajando en una zona residencial. Es decir, aún esta sub-cultura callejera probablemente posea matices internos.
Cuando nos acercamos al estudio de la calle tenemos la sensación inicial que ya sabemos todo. A fin de cuentas, tantas veces hemos transitado por los mismos lugares que aparentemente no hay novedad alguna. Todo es evidente, y sin embargo, a decir de Schutz, nuestra tarea consiste en reconocer lo aparentemente conocido.
El mismo objeto tiene un significado y sentido distinto según la situación del actor social, de modo que la propia realidad es recreada de modos diferentes.
Desde este enfoque, ciertas plazas, parques, calles o avenidas tendrían un significado distinto según el punto de vista del transeúnte, del llamado “niño de la calle” del policía o del trabajador.
Reconociendo la compleja mixtura de conflicto latente y solidaridad, tenemos la impresión que en la interacción social de los niños trabajadores callejeros domina lo primero.
El niño y adolescente trabajador callejero –al vivir mayoritariamente con sus padres y asistir al colegio- se socializa en una constante tensión entre los valores, llamémosle clásicos y los valores de la sobreviviencia, donde es bueno simplemente aquello que permite subsistir.
Trabajo, escuela y familia son, a nuestro modo de ver, los tres espacios que marcan el proceso de socialización del niño trabajador callejero.
Una rápida comparación entre el “niño de la calle” y el niño trabajador callejero nos permitirá comprender este hecho.
Cabe preguntarse, sin embargo, ¿Cuánto peso tiene la calle en moldear la personalidad del niño? ¿Discierne acaso el niño con absoluta certeza qué valores y normas utilizar en cada contexto? ¿Acaso se pude asumir y abandonar patrones culturales divergentes como quien utiliza un objeto o, más bien, los chicos se forman y son producto de este complejo de influencia muchas veces contradictorias entre sí?
No podemos al respecto ofrecer una respuesta concluyente sobre qué deja la calle en la formación de estos chicos, sin embargo existen evidencias que un grupo de menores que antes trabajan en las calles pasaron luego a vivir en ellas.
Evidentemente, el estilo de vida de la calle “jala” al niño solamente cuando en las familias de éstos hay problemas insostenibles; pero este es otro tema el cual en el presente contexto no podemos profundizar.

G.  ¿Cuándo es necesario trabajar para estudiar?

Como sabemos una de las diferencias claves entre los niños que viven en la calle y aquellos que trabajan es que estos últimos asisten mayoritariamente a la escuela. Esta situación se mantiene en la actualidad. El empobrecimiento de las familias, agravado desde la implementación del programa de ajuste estructural, no parece haber impulsado la deserción escolar en los niños trabajadores.
Asistencia al Colegio de Niños Trabajadores
(porcentajes)











·                    Esta dicho que no hay oposición entre trabajo y estudio, más bien la mayoría de entrevistados (68%) declara incluso que el trabajo les ayuda en el colegio. Las maneras son diversas.
·                    Ellos pueden asistir al colegio gracias a que trabajan. De otro modo seguramente les sería imposible. Así, el trabajo infantil parece ser un colchón que evita la mayor deserción escolar.
·                    La educación y la escuela tienen una alta valoración como mecanismo de ascenso social. Ante la inercia estatal e incapacidad familiar, a pesar de los esfuerzos de ambos, los niños y adolescentes tienen que asumir el costo de educarse.
Trabajar y estudiar no es fácil para ellos el agotamiento físico y la falta de tiempo para cumplir con las tareas escolares son los que le afectan como las limitaciones sustantivas. Por eso es fundamental concretizar el artículo 19 de Código de los Niños y Adolescentes donde se plante que:

El Estado garantiza el ofrecimiento de modalidades y horarios escolares especiales que trabajan. Los Directores de centros educativos velarán que el trabajo no afecte su asistencia y su rendimiento escolar, debiendo reportar periódicamente a la autoridad competente el nivel de rendimiento de los estudiantes trabajadores”.

H.  ¿A qué riesgos se enfrentan los niños que trabajan?

Trabajar en las calles ha de tener riesgos. Enfrentar clientes malhumorados, cuidar su mercadería e incluso estar atentos al eventual asedio de las autoridades, son hechos todavía cotidianos. Quisimos conocer desde la experiencia de los chicos cuáles de ellos se perciben como los principales peligros en las calles.
La mayoría de ellos (62%) detecta algún tipo de riesgo. Estos son múltiples pero no deja de llamar la atención aquel tercio de niños para quienes las calles, aparentemente, no ofrecían peligro alguno.
Nos aventuramos a pensar que este es un segmento de chicos quienes se adecuan o quizá se resignan a las evidentes amenazas que existen, de tal modo que ellos llegan a considerar los riesgos como elementos inevitables, parte del panorama del trabajo callejero, por tanto, no les confieren a estas situaciones la categoría de peligro. “Las calles son así”, probablemente sea la frase que resume este modo de percibir su mundo circundante.
No obstante, como ya hemos dicho, la mayor parte de chicos es consciente de diversos problemas. Una lectura global de la información sacará a luz la violencia como el eje que cruza las experiencias negativas que han sufrido estos niños. El robo, la persecución policial o los accidentes, no son más que expresiones distintas del problema de fondo cual es la violencia que los adultos ejercen contra niños que trabajan en las calles.
Estos peligros tienen que ver mucho con las ocupaciones desarrolladas, en este sentido, la encuesta revela que mientras el robo perjudica más a los chicos que trabajan en algún puesto fijo o kiosco, el asedio policial afecta más a los vendedores que transitan en las calles, mientras que los accidentes de trabajo se concentran con mayor énfasis en aquellos que están trabajando para un patrón no familiar.
La prioridad absoluta de los niños trabajadores callejeros es la educación. Esto es trascendente porque indica que a pesar de las urgencias económicas de corto plazo, ellos no han perdido de vista la perspectiva. Saben, o por lo menos lo intuyen, que la educación es una palanca para su mejora futura y que el trabajo que hoy realizan es provisional, empujado por las necesidades de ayudar a sus familias.
Estas constataciones son fundamental es para cualquier programa de acción con estos chicos. Acercarnos a ellos desde su demandas exige, pues, incorporar el ámbito educativo como una línea de acción central.
Un segundo elemento a considerar es el reclamo por mayor espacio lúdico en sus vidas.
Esto denota cierta insatisfacción existente a este nivel en los chicos. Implícitamente se puede leer como una crítica de los niños a las extensas jornadas de trabajo las cuales les impiden a muchos casos jugar.
Esta hipótesis se comprueba en los resultados de la presente encuesta. El cuadro siguiente muestra sólo 1 de cada 10 niños trabajadores entrevistados en las calles de Lima dice conocer alguna institución que los apoye; mientras que del total de niños solamente el 5% participa efectivamente en alguno de los programas existentes.
En un reciente estudio Ordoñes  y Mejía encuentran que en una muestra de 100 niños que trabajan en las calles de Lima, 26% del total habían sido apoyados en algún momento por una institución. Es necesario percatarse que esto no quiere decir que los chicos hallan participado en estas instituciones, sino que se refiere a aquellos que reciben o alguna vez recibieron ayuda o atención, la cual pudo ser temporal y momentánea. Sin embargo, no obstante las diversas cifras, la tendencia es similar.
A no dudarlo los programas en curso tienen un alcance muy limitado, dejando a la absoluta mayoría de chicos al margen de sus beneficios. Es indispensable repensar las estrategias utilizadas con el propósito de ampliar la cobertura. Sin embargo, esto no es responsabilidad principal de las ONGs. Tales instituciones hacen mucho con crear metodologías de atención y validarlas en la experiencia, pero por los escasos recursos que manejan, reducido personal y limitada infraestructura no pueden  y no se lo plantean tener un radio extenso de acción. Esta es tarea de todos. También y principalmente del estado.
Interrogamos a aquel 95% de chicos que anteriormente declaró no participar en ninguna experiencia si les gustaría formar parte de algún programa, 92 de cada 100 niños respondieron de manera afirmativa.

Conocimiento y Participación de Niños Trabajadores en Experiencias de Promoción destinadas a esos Menores
(porcentaje)

Conoces algún grupo o institución que apoye a los niños trabajadores
Participas en alguna de ellas
Si conoce  9.6
No conoce  90.4
Total      100.0
Si participa   5.0
No participa   95.0
Total          100.0
(n=500)
(n=500)







CAPITULO IV
CONTEXTO LEGAL DEL NIÑO TRABAJADOR

D.          ¿En qué contexto legal se desenvuelve el niño trabajador?
El Perú ha ratificado la mayoría de los convenios con la Organización Internacional del Trabajo que tienen que ver con el trabajo infantil. Sin embargo, no ha ratificado el convenio 138, que insta a los estados miembros de fijar una edad mínima para el inicio del trabajo, e ir elevando progresivamente esa edad mínima.
Ha ratificado también la Convención Internacional Sobre el Niño, aprobada por la Asamblea  General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y vigente desde el 2 de setiembre de 1990.
El Perú participó en la cumbre mundial, a favor de la Infancia que congregó a representantes de 159 países, entre jefes de estado y ministros o funcionarios de rango equivalente. Se realizó los días 29 y 30 de setiembre de 1990 y adoptó una Declaración sobre la Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño. Así mismo aprobó un plan de acción para aplicar la Declaración.
Estos documentos constituyen el marco universal y las respectivas constituciones políticas para orientar al cumplimento de los derechos de los niños en los diversos países del mundo.
La Convención por los Derechos del Niño reconoce implícitamente el derecho al trabajo, cuando señala en su art. 32 la obligación de los estados de reglamentarlo, a fin de evitar toda forma de explotación económica y todo trabajo nocivo para el niño.
Para el caso que nos ocupa en el presente estudio consideramos importante señalar también que la convención obliga a los Estados parte, a reconocer el derecho a la educación, la recreación y la asociación de los niños, en la legislación peruana, la Constitución Política atribuye a la educación la función de preparar para la vida y el trabajo (art.14). Considera el trabajo como deber y un derecho, como la base del bienestar social y medio de realización de al persona (art.22). Además señala que el trabajo es objeto de atención prioritaria del Estado, el cual protege especialmente a la madre, al menor de edad y al impedido que trabajan (art. 23).
El Código de los Niños y Adolescentes fue promulgado el 29 de diciembre de 1992. Se inspira en la Constitución Política del Estado y en la convención sobre los Derechos del Niño sin embargo, se aparta de la convención en lo referente a la definición de niño. En la convención se considera niños a todas las personas menores de 18 años y el Código considera niño a todo ser humano desde su concepción hasta cumplir los 12 años de edad y adolescente desde los 12 hasta los 18 años.
Establece en el artículo 19 una modalidad educativa para el trabajo, con horarios escolares especiales que permitan la asistencia regular a los niños y adolescentes que trabajan.
Considera el trabajo de los adolescentes como uno de los derechos económicos, sociales y culturales, “siempre y cuando su actividad laboral no importa riesgos ni peligro para su salud física, mental y emocional y no perturbe su asistencia regular a la escuela” (art. 22) asimismo, establece un régimen para el adolescente que trabaja.
El código establece un régimen para el adolescente que trabaja, en el cual se considera una edad mínima de 12 años, sé prohibe el trabajo nocturno, se establece una jornada máxima de 4 horas diarias y se exige la garantía de que el trabajo no perturbe la asistencia regular a la escuela. No menciona el trabajo de los niños; aunque lo reconoce implícitamente en el art. 19. Así mismo, en el art. 23 establece que los municipios distritales y provinciales llevarán un registro de las formadas por niños y adolescentes que trabajan.
El código establece la necesidad de crear un sistema nacional de atención al niño y al adolescente; que esté dirigido por un ente rector al cual tiene, entre otras funciones, la de velar por el cumplimiento de las normas contenidas en la convención, en el código y en la legislación nacional.
La Ley 26518, del 8 de agosto de 1995 Ley del Sistema Nacional de Atención al Niño y al Adolescente, crea el ente Rector como órgano central del sistema también establece la creación de la Defensoría del niño y del adolescente, para resguardar los derechos que la legislación les reconoce.
Estas defensorías funcionan en los gobiernos locales y son las Defensorías Municipales de DEMUNAS.
Dentro de sus funciones está la de orientar programas de atención benéfica de los niños y adolescentes que trabajan.

B.          ¿Qué lineamientos de política social podemos proponer sobre el trabajo infantil?

Cuando se habla del problema del trabajo infantil nos referimos a este trabajo que afecta en alguna medida el bienestar de los niños y adolescentes.
El trabajo que nos preocupa es aquel que los chicos hacen vendiendo, limpiando lunas en las calles hasta altas horas de la noche.
Se proponen algunos lineamientos de política:
1.    Se necesita desarrollar políticas sociales básicas tendientes a mejorar los niveles de empleo de la población no puede ser tan limitado como mejorar condiciones de trabajo de los niños, el asunto es dar trabajo a los adultos. Lo primero es resignarse a convivir con el trabajo infantil, lo último nos obliga, demandar al estado cambios en la política económica, incrementar el gasto social, mejorar su orientación, etc. En suma se trata de articular la problemática de los niños al país.
2.    Se necesita trabajar para crear una nueva cultura en la infancia, sustentada en los principios de la Convención. En este marco deben promoverse cambios en las actitudes de los adultos hacia el trabajo de los niños.
3.    Propugnar cambios cualitativos en el sistema educativo. No se trata más de los mismos. Esta escuela debe de cambiar y tenemos que hacer propuestas al respecto.
Pero mientras todo esto madura, los niños siguen trabajando en las calles para el cual se proponen medidas de corto plazo.
a.      Es necesario desarrollar un programa nacional de erradicación del trabajo infantil y adolescente altamente riesgoso. Hay  ocupaciones que no pueden existir y en el que el niño y adolescente no puede seguir trabajando.
b.      Tenemos que crear las condiciones necesarias para que los niños menores de doce años no trabajen.
Su estancia en la escuela es fundamental para su vida futura. Debemos demandar una educación gratuita de verdad, sin pagos de matricula o APAFA.
c.      También debemos hacer más eficaces los proyectos y programas que se preocupan de las consecuencias y riesgos del trabajo prematuro en adolescentes. Hay que ampliar la cobertura de los programas actuales, las ONGs tiene un rol muy importante que cumplir en estas tareas.

C.          ¿Qué rol cumple la OIT en referencia al trabajo infantil?

La OIT es  la única organización internacional en la que empleadores y trabajadores participan en igualdad con los gobiernos en un esfuerzo común por mejorar la protección social y las condiciones de vida y de trabajo en todo el mundo.
Desde el momento de su creación, la OIT dedicó una parte importante de sus esfuerzos a la erradicación del trabajo infantil, preámbulo de su Constitución encarga a la Organización la protección de los niños como uno de los elementos esenciales para alcanzar la justicia social y la paz universal.
Pocos meses después de su fundación, la OIT adoptó un convenio por el que se prohibía el trabajo de los niños menores de catorce años en los establecimientos industriales. A éste siguieron otros convenios sobre la edad mínima que se referían y a sectores y ocupaciones específicas.
La OIT ha lanzado una enérgica ofensiva contra el trabajo infantil. Este esfuerzo cobró nuevo impulso en 1992, con la creación del Programa Internacional para la Erradicación de Trabajo Infantil (IPEC). Actualmente el Programa despliega sus actividades en tres continentes y más de veinte países.
1. El Programa de Salud para los niños que trabajan:
El Programa de Salud establecido en el Área de Niños y Adolescentes de Calle, NACs, desarrolla actividades en tres niveles: Curativo – asistencial, educativo y preventivo – promocional, contándose con 1a activa participación de los educadores de la calle, la comunidad y otras disciplinas tales como servicio social y psicología.
Las acciones de salud con los y adolescentes de calle se desarrollan en la calle, escenario en el cual transcurre gran parte de su vida este grupo de población infantil y el lugar, donde por estrategia, realizan sus actividades los educadores de calle. La labor medica se realiza básicamente en horario nocturno, trabajándose con los menores de la calle congregados en las zonas de “La Parada” (la Victora), “Ribera del Río Rímac” (Cercado), Barracones (Callao) y “Plaza Manco Capac”.
Los propósitos del Programa de Salud –en términos generales- están orientados a incrementar la capacidad de alerta en los NACs sobre los riesgos de vivir en la calle, incrementar su acceso a los servicios de salud y facilitar a los educadores de la calle la información básica para la detección, manejo y prevención de las enfermedades más comunes entre los NACS.
Las acciones que se desarrollan en cada uno de los niveles de atención de salud son las siguientes:
a.      Labor Curativo-asistencial:
La labor asistencia recuperativa se lleva a cabo mediante la evaluación medica periódica de los menores, tomándose los datos de filiación del menor, su diagnóstico, y tratamiento en una ficha de registro especial. A cada menor se le brinda tratamiento médico y/o profiláctico, farmacológico o no, de acuerdo a la enfermedad detectada.
En caso necesario se realizan las interconsultas medicas a otras subespecialidades en diferentes instituciones de salud, así como las hospitalizaciones de los menores de la calle que así lo requieran.
El consumo de inhalantes y otras drogas es la principal patología que se ha encontrado entre los niños y adolescentes evaluados en cada campaña de Salud. Le siguen en frecuencia las Ectoparasitosis, infecciones dermatológicas y procesos infecciosos respiratorios.
Los casos clínicos de parasitosis intestinal y anemia con hipovitaminosis también ocupan lugares importantes. Los menores con sospecha de tuberculosis pulmonar son remitidos con el seguimiento del educador de calle, al Programa Nacional del Ministerio de Salud para el tratamiento de esta enfermedad.
Por último, las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes detectas son la vainosis bacteriana y la gonorrea.
b.      Labor educativa:
En cada una de las visitas medicas a las zonas de calle se da información y orientación a los menores acerca de sus problemas de salud prevalente, incidiendo en temas como la prevención de consumo de drogas, enfermedades de transmisión sexual, infecciones respiratorias y dermatológicas, higiene, infecciones digestivas y nutrición balanceada.
La estrategia educativa es a través de talleres, charlas o el diálogo, apoyados con material educativo audiovisual, como videos, folletos y boletines.
También se brinda asesoría y capacitación a los educadores.
c.      Labor preventivo-promocional:
Las acciones en este nivel están orientadas a buscar estrategias que permitan formar una red de instituciones de salud y movilizar los recursos con los que cuenta la comunidad para asegurar la atención de salud del niño y adolescente de la calle de manera permanente.
Se visita y contacta con las instituciones de salud estatales y particulares para solicitar su apoyo en la solución de la problemática de salud de los menores de la calle, concertándose acuerdos para la prestación de sus servicios asistencias y preventivo-promocionales.
Por otro lado hay un diseño y ejecución de programas de prevención de consumo de drogas y de enfermedades de transmisión sexual – SIDA.

Patología mas Frecuente entre los NACS
(Agosto a diciembre 19  )

PATOLOGIA
Nº DE CASOS
(228)
%
Consumo de drogas (terokal y/o cocaína y/o alcohol
227
21.66
Pediculosis/Acarosis
194
18.51
Dermatomicosis
129
13.31
Piodermitis
102
9.73
Infección respiratoria aguda
98
9.35
Parasitosis intestinal
87
8.30
Anemia/Hipovitaminosis
71
6.77
Traumatismos
62
5.92
Tuberculosis pulmonar
33
3.15
Diarrea aguda infecciosa
29
2.77
Enfermedad de transmisión sexual
16
1.53
Total patologías atendidas
1048



3.      Agentes de la situación y perspectiva de atención:
El abandono infantil, en el caso de los niños que trabajan o viven en la calle, es fundamentalmente el resultado de los desequilibrios socioeconómicos que repercuten en la familia.
La familia es la que establece los vínculos con la sociedad, y de su situación dependen el bienestar o las condiciones desfavorables en la vida de los niños.
Frente a las dificultades económicas y sociales, las familias desprotegidas se empobrecen más y más espiritualmente.
Al adoptar estrategias de sobrevivencia debido a su situación económica su mundo de valores se deteriora y se expresa en desasosiego, malestar, violencia, desafecto, individuales, pretextos y justificación de la conducta y de los errores.
Las funciones económicas son asumidas por todos frente a la falta de empleo o de salario deficiente del padre. La madre ingresa el mundo del trabajo informal y, dentro del sistema de sobrevivencia que construye, los niños comienzan por salir a las calles, primero acompañando a las madres, luego, a mendigar o vender pequeños productos.
Estos niños, entonces, tienen en las calles su principal espacio de socialización. La calle les ofrece su lado indeseable, pero al mismo tiempo, les brinda un clima y un espacio que muchas veces es sentido como mejor por los niños cuya vida familiar es insoportable y, en consecuencia, abandonan sus casas.
Entonces, para el Programa de Educadores de la Calle, los niños trabajadores y niños de las calles son expresión de un mismo problema económico-social por diversos niveles de deterioro personal.
Los niños trabajadores pueden ser definidos como semiabandonados y los niños de la calle como abandonados totalmente.
Frente a ello, la sociedad y sus instituciones deben estimular un proceso, o movimiento, que revierta la actual situación de abandono, es decir, protegidos y promovidos socialmente.
Esto significa:
a.      Promover la satisfacción de sus necesidades básicas y de formación que todo ser humano requiere para valerse por si mismo.
b.      Una estrategia de intervención basada en:
(1)    Crearles un ambiente de afecto y libertad
(2)    Abrirles un mundo de vivencias.
(3)     Estimularles sus condiciones de actores principales
(4)     Fomentarles su preparación para el cumplimiento de todos los roles humanos.
(5)     Reconstruirles sus vínculos sociales.

Es conveniente reiterar que la intervención de los niños debe basarse en una fuerte relación afectiva que, a la vez de restituir un clima adecuado para el crecimiento o desarrollo humano, sirva como elemento educativo.
Al lado de esto es conveniente procurar su reinserción social restableciendo los vínculos necesarios con su entorno, de modo tal que se le brinde mejores oportunidades para su desarrollo como persona y para el mejoramiento de su calidad de vida.
Sólo en esa medida la rehabilitación de los niños abandonados puede encontrar su filosofía basada en el respeto de la condición humana y al mismo tiempo la rehabilitación de toda nuestra sociedad.
El trabajo que realiza el Programa de Educadores de la Calle tiene como marco conceptual a la promoción social de los niños y de sus familias. Entendemos la promoción social como el proceso mediante el cual los niños y adolescentes trabajadores y de la calle y sus familias son asistidos, fundamentalmente, para que:
a.      Analicen su situación,
b.      Tomen conciencia de su realidad,
c.      Actúen en concordancia,
d.      Mejoren sus condiciones de vida, y
e.      Desarrollen como personas dignas.
La promoción social, por consiguiente está orientada a materializar el desarrollo humano y el mejoramiento de la calidad de vida, en la medida que implique cambiar la situación actual por una nueva y deseable, de reconocimiento y respeto por las condiciones humanas.
El papel de los educadores de la calle, es que para facilitar este proceso debe convocar la participación de las instituciones de la comunidad para la atención integral de los niños y de sus familias.
El niño requiere potenciar sus capacidades individuales con el propósito de asumir su vida en mejores condiciones personales. A partir de sus experiencias de vida es posible que, mediante nuevas experiencias enriquecedoras, sus reflexiones y aprendizajes le permitan comprender y actuar como persona digna a lo largo de su proceso de rehabilitación social.
Es deseable que los niños y adolescentes sean personas:
(1)   En condiciones de vida sana y digna.
(2)   El proceso de formación, cuyo desarrollo de habilidades y destrezas le permita enfrentar mejor su vida actual y futura en función de los diversos roles que tienen las personas: familiares, sociales, económicos.
(3)   En redes sociales reconstruidas que les brinden el soporte necesario para un desarrollo armónico y equitativo.
Para lograr esta imagen deseable es necesario considerar que:

a.      Debemos eliminar las condiciones de vida peligrosa
Como parte inicial del proceso de promoción social, es necesario superar las situaciones de deterioro de los niños y su familia, de manera progresiva. Ello significa iniciar el mejoramiento de las condiciones de vida y la construcción de oportunidades favorables para el desarrollo personal. Cuando las condiciones de vida son más peligrosas, las prioridades crecen a favor de su eliminación rápida.
Esto no quiere decir que debemos ser permisivos en el caso de otras condiciones de vida peligrosa. Cualquier sea el nivel de daño material y espiritual que ocasionan de manera inmediata o posterior, el trabajo en la calle, la mencidad disfrazada, las interacciones callejeras que proporcionan conductas indeseables, deben desaparecer de la vida de los niños y de sus familias, en esa misma línea de trabajo, debemos fomentar la movilización de las instituciones encargadas de controlar y reprimir a las personas que explotan o pervierte a los niños.
b.      Debemos propiciar la emergencia de nuevas condiciones de vida y oportunidades para el desarrollo
Es importante favorecer la construcción de nuevas oportunidades que permitan al niño y adolescente recrear sus condiciones de vida, para que la eliminación de las condiciones de vida peligrosa logren trascendencia.
Estas oportunidades de desarrollo pasan por el propósito de:
(1)  Reconstruir los vínculos familiares sobre la base de un positivo proyecto de vida.
(2)  Promover y consolidar su participación en la escuela, como un lugar de socialización y formación personal.
(3)  Propiciar el control de los riesgos a los que están expuestos los niños y adolescentes en la calle.
(4)  Adecuar los vínculos sociales de la comunidad de manera que las instituciones que brindan servicios incorporen a los niños y sus familias como parte de su población beneficiaria.
c.      Debemos acompañar el proceso de promoción social fomentando la atención de las necesidades esenciales
Entendemos que la lucha contra la pobreza es una responsabilidad que debe compartirse entre el estado, los gobiernos nacionales, locales y la sociedad civil.
En este marco entonces es posible afirmar que el programa, desde sus perspectivas forma parte de esfuerzo nacional orientado a superar la pobreza y subdesarrollo.
Esta es una de las razones por las cuales no concentramos nuestra atención en los niños, única y exclusivamente. Si no que, tenemos como motivo central la problemática de los niños, las relaciones con las familias y con las instituciones de la localidad son orientadas a mejorar el ambiente social en beneficio de los niños.
d.      Promover la Organización de los NATCs y sus familias en las perspectivas de establecer vínculos sociales que les brinden oportunidades para su desarrollo.
La organización propia puede servir como vehículo para la creación de nuevas oportunidades que no se puede conseguir de manera individual.
El desarrollo organizacional se fomenta con el propósito de alcanzar autonomía en la satisfacción de las necesidades básicas, así como las necesidades formativas de los NATCs y sus familias. El fomento de la organización de los niños y sus familias, debe realizarse en concordancia con las características educacionales del programa que demanda “pensar con ellos” y no “por ellos”, en la búsqueda de soluciones a sus problemas.
e.      Erradicar el Trabajo Infantil: una Responsabilidad para todos
Desde hace algunos años, principalmente la organización principal del trabajo – OIT y la UNICEF, vienen financiando investigaciones y proyectos que promueven la erradicación del trabajo infantil. Durante el año 1996 en nuestro país se realizaron seguimiento y evaluaciones de políticas y programas como el Programa Trabajadores Prematuros del INNFA y el Programa del Muchacho Trabajador del Banco Central del Ecuador. A la vez se iniciaron planes nacionales de acciones en concordancia con el Ministerio de Trabajo y otras cantidades públicas y privadas con el objetivo de erradicar el trabajo infantil de forma progresiva y mejorar las condiciones de vida de los jóvenes trabajadores.
La tarea es de mediano y largo plazo e involucra a todas las personas naturales y jurídicas, desde los miembros de la familia hasta el estado. El acuerdo a lograr es que todos unamos esfuerzos en este cometido que implica decisiones trascendentales para el presente y futuro de nuestro país: a saber, incorporemos la dimensión humana en  los procesos de desarrollo socioeconómico mediante la aplicación nacional del principio de erradicación del trabajo infantil con el fin de potenciar nuestros más caros recursos: los niños.
Existe el debate entre quienes buscan mejorar las condiciones de trabajo infantil – por ayudar a la economía familiar, y quienes plantean su eliminación -  por perjudicar la permanencia y rendimiento en la escuela – sin embargo, los especialistas coinciden en la necesidad de erradicar el trabajo infantil de alto riesgo pues en estos casos las acciones destinadas a mejorar las condiciones de trabajo no son suficientes.
Así mismo, si bien la desaparición del trabajo infantil de alto riesgo se tiene que realizar en corto plazo,  la disminución del subempleo y el desarrollo adulto promovería gradualmente el bienestar de las familias que crearía las condiciones para que no exista motivación para el trabajo de los niños y adolescentes.




CAPITULO V
A.     CONCLUSIONES
1.      En países como el nuestro, el trabajo infantil es una necesidad en tanto los sectores más pobres de la población no resuelvan sus necesidades básicas
2.      El trabajo infantil es cualquier actividad que realiza un menor de edad para contribuir a la satisfacción de sus necesidades materiales básicos y de su familia
3.      Los niños y niñas trabajadores en nuestro país, están sujetos a riesgos a pesar de participar en el proceso de producción y comercialización de bienes y servicios.
4.      Hay necesidad de diferenciar entre niños en la calle y niños de la calle, los primeros salen a las calles a trabajar pero tienen una familia conformada y viven con ella. Los segundos son aquellos que teniendo y reconociendo una familia, la han abandonado por diversos motivos, organizando su vida y su hogar en la calle.
5.      Es importante resaltar el trabajo que realizan los niños dentro de sus hogares, apoyando a sus padres desarrollando y practicando valores de solidaridad.
6.      Las actividades de trabajo infantil están predominantemente ligadas a la producción, el comercio y los servicios. También existen actividades marginales (prostitución), la mencidad y los infractores (robo – asalto).
7.      Es importante que el estado y las instituciones se entrelacen  y protejan a los niños trabajadores de la explotación y chantaje, en muchas cosas de sus propios padres y de mercaderes de la necesidad ajena.
8.      Las ocupaciones predominantes de los niños que trabajan en las calles de Lima son: la venta de artículos diversos (24.2%), venta de golosinas (20.0%), venta de alimentos perecibles (14.0%), y venta de ropa o calzado (12.2”).
9.      El 57.6% de los niños que trabajan en las calles, viven con otros familiares.
10.    El 59.4% de niños trabajan con algún familiar.
11.    El término medio de trabajo de horas semanal es de 51 horas cronológicas.
12.    Muchos niños trabajan para sufragar sus estudios.
13.    Es necesario reformar el marco legal del trabajo infantil con el propósito de garantizar mayor seguridad y mejores condiciones de vida a los niños.
14.    Es necesario desarrollar programas de atención con al finalidad de ir paulatinamente desterrando este mal y que se dediquen a las actividades que les corresponde como niños. Nos referimos a programas de salud, educación y trabajo decente.
15.    Finalmente, los niños se ven obligados a trabajar como consecuencia del abandono familiar y carencia de opciones laborales de los padres para atenderlos en sus necesidades básicas.




C.              RECOMENDACIONES
1.      En los países que debido a la crisis económica por lo que están pasando y que trae como consecuencia que los niños tengan que trabajar, arriesgando su integridad física, deben tomar decisiones de política económica y social para que en forma gradual estos niños se ocupen en labores propias de su edad y en el lugar que les corresponde, nos referimos a estudiar y realizar tareas dentro de su hogar.

2.      Que los organismos internacionales supervisen permanentemente los convenido y normas de trabajo, para evitar los abusos principalmente contra los niños trabajadores.

3.      Se tomen medidas para que las necesidades básicas del hogar sean resueltas a través del cumplimiento de las responsabilidades de los padres. Esto se logrará en tanto los padres tengan una opción laboral y remuneración justa.
4.      Hay necesidad de crear centros de trabajo para los niños y adolescentes, con la protección del Estado.

5.      La educación debe estar garantizada para todos los niños, otorgándole una orientación hacia su preparación técnica y productiva.

6.      Es necesario reformar el marco teórico legal a fin de garantizar mejores condiciones de trabajo




C.     BIBLIOGRAFÍA
1.      El trabajo Infantil, Manual de Información, Oficina Internacional del Trabajo, 1ra edición, 1987, 93 pág.
2.      Entre las Calles y Plazas; El trabajo de los Niños en Lima. Wálter Alarcón Glasinovich, IEP Instituto de Estudios Peruanos (Ediciones) Lima – Perú 1991, 180 pág.
UNICEF: Data Socia: Trabajo de Niños y Adolescentes.
4.      Reflexiones sobre el quehacer frente el trabajo infantil, INNFA (Instituto Nacional del Niño y la Familia)
5.      Los Niños de la Calle, Mansilla A, María Eugenico, Setiembre de Hoy, Cosecha de la Mañana, Lima ADOC, 19891 235 pág.
6.      Niños que Estudian y Trabajan, Una realidad en el Agustino, Martha López de Castilla D., Marcelo Mendoza García, RADDA BARNEN de Suecia, Instituto de Pedagogía Popular, 1ra edición, Diciembre de 1994, pág. 89.
7.      Trabajo Infantil Realidad y Políticas, Perú 1996 abril, Auspicia UNICEF, RADDA BARNEN de Suecia, pág 46
8.      Código de los Niños y Adolescentes. Leyes para Niños. Instituto Cuanto. UNICEF, p.t..20
9.      Trabajo y Educación de Niños y Adolescentes en el Perú. Wálter Alarcón Glasinovich. PROMUDEH. Ministerio de Promoción de la Mujer y Desarrollo Humano. Bogotá 1995, p.t. 93
10.    Necesidades y Demandas para un Cambio en Educación. Foro educativo, Lima – Febrero 1996, p.t.317.
11.    Elena G. De:  “Conducción del Niño”.  Casa Editora Sudamericana.  1era Edición 1964 – Argentina
12.    White, Elena G. De:  “El Hogar Adventista”.  Publicaciones Interamericanas EE.UU. de N.A. 1963
13.    White Elena G. De:  “Mensaje para los Jóvenes”.  Publicaciones Interamericanas.  EE.UU. de N.A. Quinta Edición 1977
14.    White Elena G. De:  “La Educación”.  Casa Editora Sudamericana.  1era Edición 1964. Argentina