martes, 7 de septiembre de 2010

ARTICULO CIENTIFICO

APRECIACIONES CRÍTICAS DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÙ


Por: GUZMÁN VÁSQUEZ SÁNCHEZ

Bagua, 2 010, julio 15.

El hombre americano - el americano Don José de San Martín formado y educado en la metrópoli España, donde prestaba servicio como oficial del ejército real, el cual dominaba al mundo a través de sus conquistas a poderosos imperios de América, ¿Cómo es que vino a luchar por su independencia en momentos donde la resistencia española en las colonias estaba debilitada en gran parte de América, en especial en su mismo país?, porque cuando llegó, ni siquiera lo conocieron como un argentino pero si lo distinguieron por el grado que traía de Teniente Coronel y le dieron el cargo de Gobernador de la Provincia de Cuyo en Mendoza, claro se ve como ni sus compatriotas lo apreciaban, ¿No será que se dieron cuenta que venía a cumplir órdenes de las potencias como España, Francia e Inglaterra?, en sus ambiciones libertarias en gran parte tuvo facilismo puesto que sólo tuvo resistencia en Chile con una derrota en la Batalla de Cancha Rayada y triunfos en la Batalla de Chacabuco y Maipú; luego para preparar su fácil travesía por el Perú, donde inspeccionó en varias oportunidades al tener las facilidades de no encontrar ninguna resistencia, por lo que entró como en su casa con la aceptación de los aristócratas y personas notables como nuestro Ilustre Toribio Rodríguez De Mendoza, quien firmara el acta de independencia.

¿Será cierto que San Martín sólo fue protagonista de la proclamación teórica de la independencia de nuestro país?, pues desde un tabladillo pronunció la frase que a nuestros niños y compatriotas repiten como el pan de cada día “EL PERÚ DESDE ESTE MOMENTO ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE ¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA A LIBERTAD! ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!", este mensaje se plasmó en el Acta de la Independencia.

Mientras los españoles, todavía ocupaban gran parte de la sierra central a donde el libertador mandó a un ilustre soldado argentino cuyo nombre no se recuerda, me refiero a José Álvarez de Arenales; será porque es común en nuestra historia rendir homenaje al jefe que no se enfrenta, en tanto se tornan anónimos los que luchan; si no recordemos, no muy lejos en el último conflicto con el Ecuador si se rinde homenaje a nuestros héroes hijos de Bagua caídos en campo de batalla, ridículamente lo han nominado como soldado perdido, cuyo monumento esta en la plaza “Héroes del Cenepa”.

Lo cierto es que la Independencia del Perú se venía gestando desde las resistencias de nuestros hermanos indígenas y mestizos en sus heroicas rebeliones realizadas en los distintos puntos de nuestra patria, posteriormente fueron continuadas por los que hoy viven en el recuerdo y en los corazones de los amantes de la idea de patria con un alto patriotismo me refiero a esa maza humana que luchó desde el anonimato forjaron la independencia teórica y práctica los MONTONEROS; muchos de ellos fueron asesinados por los llamados libertadores como se indica líneas abajo.

Es triste rendir homenaje a una independencia sólo de nombre y con ambiciones de reconquista por los mismos americanos; sin embargo aún no nos damos cuenta porque somos despreocupados por nuestra historia. Es el caso de prueba en nuestra misma región, la batalla de Higos Urco, donde se consigue la independencia de Chachapoyas con la heroica participación de la mujer chachapoyana, representada por Doña Matiasa Rimachi y a otros héroes que dieron su vida por nuestra verdadera independencia que se dio antes de la Independencia retórica y entreguista de los allanados libertadores que quisieron implantarnos las formas de gobierno de patrones con gobernantes de Inglaterra y Francia donde se establecía las monarquías constitucionales con principios autoritarios; por esa disputa, cada uno de ellos, jamás se vieron bien, sino analicemos la frase: “ Baya, baya; por fin te conozco, dos soles no pueden brillar en un mismo firmamento”

Como que un Bolívar pudo cambiar el giro de la guerra e independizarnos en solo 15 meses y como los 21 meses siguientes en ves de libertad sufrimos una brutal represión y la amputación de la mitad de nuestro antiguo territorio. Ninguna nación latinoamericana ha pagado tanto por su independencia.

Bolívar deportó al congresista Luna Pizarro por oponerse a sus designios antidemocráticos y anti peruanos. Ordenó el fusilamiento de cuanto soldado que protestase en su contra y por las condiciones en que vivía el ejército peruano después de la batalla de Ayacucho. Por sospechas infundadas encarceló al Almirante Guisse, Jefe de Armada, igualmente se deshizo del general Argentino Necochea vencedor de las Pampas de Junín, quien al salir del País devolvió las condecoraciones diciendo: “Del Perú solo quiero llevarme las Heridas”. También encarceló y fusiló a guerrilleros que lo habían ayudado en las campañas de la sierra, a los indígenas a quienes dedicó sus peores insultos les reimpuso el tributo que pagaban en la Colonia por ser Indios, así mismo restableció la esclavitud que había sido abolida por San Martin.

Estas fiestas patrias; más que un homenaje, invoco sea para todo los peruanos un mes de reflexión, toda vez que en este proceso y también con el espíritu entreguista de nuestros gobernantes. A través de nuestra historia hemos perdido mas de 800 000 mil kilómetros de territorio por acción de los llamados libertadores, por que opino que el homenaje se rinda a las personas que verdaderamente lucharon por la patria y en contra el sometimiento español.

La independencia del pasado ya pasó; reflexionemos ahora, ¡Cómo lograr la independencia de hoy!, del yugo intervencionista que viola el ordenamiento jurídico territorial de los pueblos y en especial los derechos humanos; abracemos la bandera de nuestra patria no la que se imponga con el fusil en la cien, y démosle mística a nuestros símbolos patrios, para que nuestro sentimiento y nuestra identidad no sea un acto hipócrita y vacío y que nuestros actos construyan esta patria maravillosa con hechos de justicia, de igualdad y de valores que nos haga dignos de sentirnos peruanos.

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